LA NUTRICIÓN Y LOS DIENTES
La
alimentación consiste en proporcionar al cuerpo los nutrientes que necesita no
solo para estar en forma sino, ante todo, para vivir.
Las tres principales clases de nutrientes son las proteínas, las grasas y los carbohidratos,
todos los cuales dan energía al cuerpo y le permiten crecer y subsistir; hay
que comerlos a diario y en cantidad considerable para mantener una buena salud.
Pero
hay que escogerlos con muy buen juicio, lo cual no siempre es fácil, puesto que
muchas ideas tradicionales han sido modificadas o incluso radicalmente
cambiadas conforme la ciencia ha adelantado en su conocimiento cerca de como el
organismo los utiliza.
Por
ejemplo, hasta hace poco se consideraba que la carne era una excelente fuente
de proteínas y que, para una buena alimentacion, había que comer mucha carne de
res.
Hasta
cierto punto no se carecía de razón, dado que las proteínas son indispensables
y la carne de res las contiene de la mejor calidad y en abundancia; por otra
parte, es difícil comerla en gran cantidad sin ingerir al mismo tiempo mucha
grasa animal, que es perjudicial.
Los carbohidratos son los nutrientes mas menospreciados, pero proporcionan
energía al organismo, lo ayudan a regular la desintegración de las proteínas y
lo protegen de las toxinas.
La
glucosa, por ejemplo, es el principal "combustible" del cuerpo
humano, en cuyas células también pueden utilizar otros combustibles, entre
ellos grasas, las glucosa es uno de los carbohidratos llamados monosacáridos,
es decir, sustancias de sabor dulce, compuestas de una sola molécula.
Las grasas son parte indispensable de la alimentacion, pero no todas son
saludables si se ingieren en cantidad excesiva. En nutrición, la principal
característica de las grasas es su grado de saturación, que se refiere a su
estructura molecular.
El organismo necesita obtener de los alimentos alrededor de 40 nutrientes
esenciales: vitaminas, minerales, proteínas y
grasa que no pueden producir por sí mismo, o no en cantidad suficiente.
Para satisfacer la necesidad de nutrientes hay que comer gran cantidad de
alimentos.
Por
lo general cada alimento contiene varios nutrientes, pero ninguno los contiene
todos; además el tipo y la cantidad de nutrientes contenidos en determinado
alimento pueden ser escasos.
Por ejemplo, la leche contiene proteínas, grasas, carbohidratos, calcio,
fósforo, rivoflavína y otras vitaminas del grupo B y vitaminas A y D, pero en
cambio tiene muy poco hierro y muy poca vitamina C. La falta de un nutriente no
puede compensarse con una sobreingestión de otro.
La dieta y la nutrición pueden afectar el desarrollo y progreso de las enfermedades de la cavidad
bucal, las que a su vez, pueden afectar el estado nutricional.
Durante
toda la vida, la nutrición y la salud bucal son interdependendientes e influye
el estado de salud en general de las personas de diferentes maneras.
La buena salud comienza en la boca por una razón muy simple. La boca es el
comienzo del tracto gastrointestinal. Es un factor importante en la capacidad
de masticar y por lo tanto, de digerir los nutrientes.
Existen varios vínculos entre la salud bucal y la nutrición. La nutrición juega
dos roles totalmente diferentes en la salud bucal: uno protector y otro
preventivo.
El rol protector implica promover el desarrollo y mantenimiento saludable de
los tejidos de la boca y de sus mecanismos protectores naturales.
El rol de la nutrición es también prevenir las enfermedades bucales gracias a
la influencia de las propiedades de los alimentos sobre el desarrollo de la
placa y el flujo de la saliva. El tiempo
que los alimentos permanecen en la boca.
Los alimentos que tardan en disolverse, como las galletas y las barras
de granola, proporcionan más tiempo a los ácidos que destruyen el esmalte
para trabajar en comparación a aquéllos que se disuelven rápidamente, como los
caramelos y las lentejas de gelatina.
Los alimentos con alto contenido de carbohidratos producen menos ácidos cuando
se los consume como parte de una comida que cuando se los come solos, debido a
que la producción de saliva aumenta durante una comida para ayudar a
neutralizar la producción de ácidos y a limpiar los alimentos de la boca.
Además, cuando se los consume con bebidas, los alimentos pegajosos pueden
desprenderse de los dientes más rápidamente, y así se disminuyen las
posibilidades de que se produzcan ácidos.
Qué podemos hacer los consumidores para proteger y mejorar la salud bucal. Tener
sentido común, ser flexible y realista en el momento de elegir los alimentos.